
De voces robóticas a narradores con alma
Siempre he creído que una historia no está verdaderamente completa hasta que se escucha. Hay una razón por la que les leemos cuentos a los niños antes de acostarse, o por qué nos acurrucamos junto a una hoguera para contar viejas leyendas. La voz aporta una capa de magia que la tinta sobre el papel —o los píxeles en una pantalla— a veces no consiguen capturar del todo.








